Antes los jóvenes, y los no tan jóvenes, estudiaban con la ilusión de desarrollar su profesión en el país que los vio crecer. Ahora, parece que se ha propagado la fiebre por estudiar y trabajar fuera de las fronteras que siempre lo cobijaron.
Razones, muchas. Algunas políticas, otras sociales, pero todos llevan por dentro la misma esperanza: conseguir un mejor futuro.
El joven que desee estudiar en el exterior, ya sea una carrera de pregrado o posgrado, debe realizar ciertos trámites antes de viajar. Una vez graduado, lo primero que se debe hacer es registrar el título. Rafael Arias, licenciado en Comunicación Social, realizó este paso apenas unos meses después de graduarse. "Llegué al Registro Principal, en la avenida Urdaneta, a las 5:00 a.m., ya habían dos colas en la puerta, una señora alquilaba banquitos mientras otro vendía café a quienes estábamos allí. Dos horas y media después comenzamos a entrar al recinto. Al piso 1, específicamente. Ahí te indican que debes comprar estampillas. Y luego un funcionario pasa a revisar título por título para comprobar su autenticidad. Luego te entregan un número con el que pasas a otra oficina a consignar todos los documentos (copia de la cédula de identidad, del título y de las planillas que previamente te entrega el funcionario), luego debes salir a buscar un banco para realizar un pago estipulado, regresar y hacer entrega formalmente del título. Pasados tres días hábiles se podrá recoger el documento registrado", narró Arias. Con el título registrado en mano se tiene parte del trabajo hecho.
Viene el momento de decidir el país de destino, buscar información acerca de las universidades y exigencias para los estudiantes extranjeros.
Dirigirse a la embajada o consulado respectivo, para informarse sobre qué documentos solicitan para el permiso de estudio.
El asunto monetario también es indispensable analizarlo. De no disponer del dinero para pagarse la carrera fuera del país, debe buscar las casas de estudio que ofrezcan becas.
Marzia Rada, licenciada en Bibliotecología de la Universidad Central de Venezuela, tiene planes de irse a Francia a seguir con su preparación académica. En el proceso para hacer realidad su sueño, ha investigado los pasos que debe dar. "Teniendo el título registrado, lo siguiente es dirigirse al Ministerio para el Poder Popular para la Educación Superior para legalizarlo (o en el caso de los bachilleres al Ministerio para el Poder Popular para la Educación), al igual que las notas certificadas. "Con esto ya el camino está a medio recorrer, porque luego hay que llevar estos recaudos al Ministerio de Relaciones Exteriores, específicamente a la oficina de Relaciones Consulares de la Cancillería, donde colocarán la Apostilla de la Haya, que es uno de los requisitos que exigen las universidades e institutos de los países que tienen convenios con Venezuela para colaborar con sus ciudadanos".
VENEZUELA - Fiorella Tagliafico R.
Fuente: eluniversal.com
¿Qué es una apostilla?
La apostilla de La Haya (o simplemente apostilla) es un método simplificado de legalización de documentos a efectos de verificar su autenticidad en el ámbito internacional.
Físicamente consiste en una hoja que se agrega a los documentos que la autoridad competente estampa sobre una copia del documento público.
Sirve para que un documento nacional sea reconocido en un país extranjero. En principio, se reconoce en aquellos países que hayan firmado un tratado internacional, conocido como la Convención de la Haya, para disminuir así los trámites necesarios para el reconocimiento de estos en países diferentes al que fue emitido.
Físicamente consiste en una hoja que se agrega a los documentos que la autoridad competente estampa sobre una copia del documento público.
Sirve para que un documento nacional sea reconocido en un país extranjero. En principio, se reconoce en aquellos países que hayan firmado un tratado internacional, conocido como la Convención de la Haya, para disminuir así los trámites necesarios para el reconocimiento de estos en países diferentes al que fue emitido.
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